En esta reflexión
hablaré sobre lo que hablamos en clase sobre el Bloque 4, llamado LECTURA
LITERARIA Y ANIMACIÓN LECTORA, lo que yo recuerdo de mi niñez y lo que pude ver
en mis prácticas respecto al tema.
En primer lugar,
en este tema aprendimos qué características deben tener las actividades para
trabajar la lectura con los niños de primaria.
El objetivo que
pretendemos conseguir cuando damos un libro a un niño es que les guste la
lectura, que les entretenga, que la disfruten que desarrollen su imaginación, y
lo más importante, que no se lo tomen como una obligación. Debemos intentar que
los niños conozcan distintas variedades de libros, y que se fomenten los unos a
los otros a leer, que tomen una actitud crítica y que su vocabulario aumente.
Debemos dotar al
niño de libertad para elegir los libros que quiere leer, pues debe desarrollar
sus propios gustos, y que así tome conciencia de que leer es algo bonito, algo
agradable, no una imposición.
Según nos informó
nuestra profesora en clase, España es uno de los países que más bajo tiene el
nivel de comprensión lectora.
Comprender lo que
se está leyendo, es algo indispensable en el proceso de lectura. Los niños
deben tener en cuenta que la lectura depende de la situación y el contexto de
la misma.
Como expliqué en
entradas anteriores, en el colegio en el que hice las prácticas, los profesores
achacaban la falta de vocabulario de los niños al bilingüismo. No les quito su
parte de razón pero ¿cómo pretenden que los niños amplíen su vocabulario si
apenas fomentan en ellos la lectura? Y no sólo es eso. Los profesores también
me comentaban que los niños no se enteraban de lo que leían. Me comentaban que
eran capaces de entonar y leer fluidamente pero que no comprendían los textos.
Además, por lo que
he visto, lo poco que dedicaban a la lectura lo hacían toda la clase y en voz
alta. ¿Por qué no fomentar entonces la lectura silenciosa (comprensiva)?
Es muy importante
que los niños dediquen como mínimo 30 minutos a la lectura. Podemos leer tanto
textos no literarios (por ejemplo: los enunciados de los ejercicios) como
textos literarios, cuya lectura puede llevarse a cabo de distintas maneras:
-
Breve: normalmente son textos
cortos, como los que se encuentras al principio de tema del libro de Lengua.
-
Larga: hablamos de los libros.
Estos se pueden leer por diversos motivos:
o Por elección propia
o Por imposición
o Una mezcla de ambas: se establece un libro obligatorio y además se
ofrecen otros libros.
-
Silenciosa (comprensiva): es muchísimo
más rápida y funciona con menos fijaciones.
-
En voz alta (expresiva)
Por lo menos la
profesora de Lengua del grupo en el que estaba, mandó a los niños fichas que
trabajaban específicamente la comprensión lectora. Esto me parece correcto, lo
único malo, es que nos les quede otra alternativa que mandar esos deberes para
realizarlos durante las vacaciones de navidad. ¿No sería mejor que los
realizaran poco a poco a lo largo del curso y no todos de golpe en un par de
días?
Sinceramente,
algunas veces los propios profesores me dejaban con la boca abierta…
Por otro lado,
también en este bloque volvimos a hablar de las bibliotecas de aula. Yo insisto
en que es imprescindible que cada clase tenga la suya, que cada niño compre un
libro y lo lleve a dicha biblioteca (que se lo deje a los demás y que a final
de curso se lo vuelva a llevar). La profesora también es importante que aporte
libros y que eche un vistazo a los que dejan los niños, pues puede dar la
casualidad de que alguno no sea adecuado para su edad.
Finalmente es
importante hacer un cartel con los nombres de los alumnos y los nombres de los
libros. Recuerdo que cuando yo era una niña, en mi colegio nos daban un diploma
a los 4 que más habíamos leído. Yo recuerdo haber recibido uno y, aunque
parezca una bobada, me hacía muchísima ilusión y me hacía sentirme muy
orgullosa de mi misma.
En el colegio en
el que he estado de prácticas, tristemente, no había ni carteles, ni diplomas,
ni nada. Por no haber no había ni lectura. Me parece vergonzoso que a estas
alturas los propios profesores se piensen que una biblioteca de aula son un
montón de libros apilados al final de la clase. Además ni siquiera había
variedad, pues había como 20 iguales de cada uno, por lo que al final solo
había cuatro o cinco libros diferentes.
Le pregunté a mi
tutora cómo es que los niños no se llevaban libros a casa ni hacía fichas de
lectura, y me dijo que tenía que hablarlo con la profesora de Lengua del curso.
¿Querría hablarlo de verdad con ella o sólo estaba escapándose de la
conversación?
Misterio sin
resolver.
Cambiando de
tercio, en clase también vimos los tipos de actividades que debíamos hacer
antes, durante y después de la lectura de un libro.
Actividades para
antes de la lectura:
-
¿Qué información obtenemos del libro
a través de la portada, las solapas, el autor…?
-
Realizar inferencias sobre de
que creen que trata el libro, es decir, realizar hipótesis.
-
Crearle intriga, que tengan
curiosidad por los temas de la historia.
Actividades
durante la lectura:
-
¿Qué está entendiendo el niño de
lo que lee? ¿Cuál es la interpretación que han hecho?
-
Reconocer actitudes de los
personajes, que empaticen con ellos. Por ejemplo, podemos preguntarles si
alguna vez han estado en la misma situación que el personaje.
Actividades para
finalizar:
-
Una actividad donde imaginen el
final
-
Ver la evolución del personaje
-
Interpretar actitudes y
personajes
-
Cambiar al título
-
¿Quién sería mi amigo?
-
Tienen que concluir de manera
afectiva. Por ejemplo, podemos preguntarles a quién le regalarían el libro.
Que la profesora
nos diera estas pautas me pareció de mucha utilidad, sobre todo para el futuro,
ya que la lectura es algo fundamental que debemos fomentar en los niños, puesto
que tenemos que intentar que aprendan de verdad a LEER, a comprender lo que las
palabras les cuentan.
Para ello, es
necesario realizar una serie de actividades como las que acabamos de ver y
según que tal les vaya, recomendarles unos libros u otros, pues no todos los
niños tienen el mismo nivel de comprensión lectora y debemos recomendar a cada
alumno un libro que vaya con él, que sepamos que le va a ayudar en su proceso
lector y que además le vaya a gustar.
Algún día cuando
sea profesora, tendré en cuenta todas estas actividades, y me encargaré de
ayudar a mis alumnos en todo lo que pueda para que disfruten de la lectura.