LITERATURA ESPAÑOLA, LITERATURA INFANTIL Y EDUCACIÓN LITERARIA

viernes, 25 de enero de 2013

Reflexión del bloque 4


En esta reflexión hablaré sobre lo que hablamos en clase sobre el Bloque 4, llamado LECTURA LITERARIA Y ANIMACIÓN LECTORA, lo que yo recuerdo de mi niñez y lo que pude ver en mis prácticas respecto al tema.

En primer lugar, en este tema aprendimos qué características deben tener las actividades para trabajar la lectura con los niños de primaria.

El objetivo que pretendemos conseguir cuando damos un libro a un niño es que les guste la lectura, que les entretenga, que la disfruten que desarrollen su imaginación, y lo más importante, que no se lo tomen como una obligación. Debemos intentar que los niños conozcan distintas variedades de libros, y que se fomenten los unos a los otros a leer, que tomen una actitud crítica y que su vocabulario aumente.

Debemos dotar al niño de libertad para elegir los libros que quiere leer, pues debe desarrollar sus propios gustos, y que así tome conciencia de que leer es algo bonito, algo agradable, no una imposición.

Según nos informó nuestra profesora en clase, España es uno de los países que más bajo tiene el nivel de comprensión lectora.

Comprender lo que se está leyendo, es algo indispensable en el proceso de lectura. Los niños deben tener en cuenta que la lectura depende de la situación y el contexto de la misma.

Como expliqué en entradas anteriores, en el colegio en el que hice las prácticas, los profesores achacaban la falta de vocabulario de los niños al bilingüismo. No les quito su parte de razón pero ¿cómo pretenden que los niños amplíen su vocabulario si apenas fomentan en ellos la lectura? Y no sólo es eso. Los profesores también me comentaban que los niños no se enteraban de lo que leían. Me comentaban que eran capaces de entonar y leer fluidamente pero que no comprendían los textos.

Además, por lo que he visto, lo poco que dedicaban a la lectura lo hacían toda la clase y en voz alta. ¿Por qué no fomentar entonces la lectura silenciosa (comprensiva)?

Es muy importante que los niños dediquen como mínimo 30 minutos a la lectura. Podemos leer tanto textos no literarios (por ejemplo: los enunciados de los ejercicios) como textos literarios, cuya lectura puede llevarse a cabo de distintas maneras:
-          Breve: normalmente son textos cortos, como los que se encuentras al principio de tema del libro de Lengua.

-          Larga: hablamos de los libros. Estos se pueden leer por diversos motivos:

o   Por elección propia

o   Por imposición

o   Una mezcla de ambas: se establece un libro obligatorio y además se ofrecen otros libros.

-          Silenciosa (comprensiva): es muchísimo más rápida y funciona con menos fijaciones.

-          En voz alta (expresiva)

Por lo menos la profesora de Lengua del grupo en el que estaba, mandó a los niños fichas que trabajaban específicamente la comprensión lectora. Esto me parece correcto, lo único malo, es que nos les quede otra alternativa que mandar esos deberes para realizarlos durante las vacaciones de navidad. ¿No sería mejor que los realizaran poco a poco a lo largo del curso y no todos de golpe en un par de días?

Sinceramente, algunas veces los propios profesores me dejaban con la boca abierta…

Por otro lado, también en este bloque volvimos a hablar de las bibliotecas de aula. Yo insisto en que es imprescindible que cada clase tenga la suya, que cada niño compre un libro y lo lleve a dicha biblioteca (que se lo deje a los demás y que a final de curso se lo vuelva a llevar). La profesora también es importante que aporte libros y que eche un vistazo a los que dejan los niños, pues puede dar la casualidad de que alguno no sea adecuado para su edad.

Finalmente es importante hacer un cartel con los nombres de los alumnos y los nombres de los libros. Recuerdo que cuando yo era una niña, en mi colegio nos daban un diploma a los 4 que más habíamos leído. Yo recuerdo haber recibido uno y, aunque parezca una bobada, me hacía muchísima ilusión y me hacía sentirme muy orgullosa de mi misma.

En el colegio en el que he estado de prácticas, tristemente, no había ni carteles, ni diplomas, ni nada. Por no haber no había ni lectura. Me parece vergonzoso que a estas alturas los propios profesores se piensen que una biblioteca de aula son un montón de libros apilados al final de la clase. Además ni siquiera había variedad, pues había como 20 iguales de cada uno, por lo que al final solo había cuatro o cinco libros diferentes.

Le pregunté a mi tutora cómo es que los niños no se llevaban libros a casa ni hacía fichas de lectura, y me dijo que tenía que hablarlo con la profesora de Lengua del curso. ¿Querría hablarlo de verdad con ella o sólo estaba escapándose de la conversación?

Misterio sin resolver.

Cambiando de tercio, en clase también vimos los tipos de actividades que debíamos hacer antes, durante y después de la lectura de un libro.

Actividades para antes de la lectura:
-          ¿Qué información obtenemos del libro a través de la portada, las solapas, el autor…?

-          Realizar inferencias sobre de que creen que trata el libro, es decir, realizar hipótesis.

-          Crearle intriga, que tengan curiosidad por los temas de la historia.

Actividades durante la lectura:
-          ¿Qué está entendiendo el niño de lo que lee? ¿Cuál es la interpretación que han hecho?

-          Reconocer actitudes de los personajes, que empaticen con ellos. Por ejemplo, podemos preguntarles si alguna vez han estado en la misma situación que el personaje.

Actividades para finalizar:
-          Una actividad donde imaginen el final

-          Ver la evolución del personaje

-          Interpretar actitudes y personajes

-          Cambiar al título

-          ¿Quién sería mi amigo?

-          Tienen que concluir de manera afectiva. Por ejemplo, podemos preguntarles a quién le regalarían el libro.

Que la profesora nos diera estas pautas me pareció de mucha utilidad, sobre todo para el futuro, ya que la lectura es algo fundamental que debemos fomentar en los niños, puesto que tenemos que intentar que aprendan de verdad a LEER, a comprender lo que las palabras les cuentan.

Para ello, es necesario realizar una serie de actividades como las que acabamos de ver y según que tal les vaya, recomendarles unos libros u otros, pues no todos los niños tienen el mismo nivel de comprensión lectora y debemos recomendar a cada alumno un libro que vaya con él, que sepamos que le va a ayudar en su proceso lector y que además le vaya a gustar.

Algún día cuando sea profesora, tendré en cuenta todas estas actividades, y me encargaré de ayudar a mis alumnos en todo lo que pueda para que disfruten de la lectura.



 

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