LITERATURA ESPAÑOLA, LITERATURA INFANTIL Y EDUCACIÓN LITERARIA

viernes, 25 de enero de 2013

Reflexión del bloque 5


En el bloque 5 hemos trabajado la creación literaria, y tengo que decir que ha sido el bloque que más me ha gustado de todos. A mí, escribir no se me da ni bien ni mal, pero nunca he recibido ese empujoncito que me faltaba para hacerlo. Nunca he sabido cómo empezar.

Sin embargo, las estrategias que hemos visto en clase me han dado el empiece para hacer relatos muy divertidos y, si yo me lo he pasado bien haciéndolos, no me quiero ni imaginar cómo se pondrían los niños.

Pero me estoy adelantando un poco. Primero quiero que veáis tres aspectos que vimos en clase y que debemos tener en cuenta:
-          La palabra “redacción” no define nada, significa poner por escrito con coherencia y cohesión. Así que sería conveniente empezar a eliminar esas redacciones de Navidad, o de verano…

-          Los actos de creación como tales son todos perfectos, siempre hay que felicitar a los niños y nunca ponerles una nota numérica.

-          Siempre  hay que ejemplificar

También hablamos de los pasos que debemos seguir, tanto los niños como nosotros para crear un texto:
-          Imaginar o pensar lo que queremos decir. Anotar ideas que te vayan surgiendo.

-          Estructurar ideas.

-          Revisar el texto.

-          Pasarlo a limpio.

Estos textos pueden ser dramáticos o estar en prosa o verso.

Texto dramático: se trata de un diálogo contextualizado. Consiste en poner en diálogo un cuento.

Texto en prosa: suelen ser cortos y de ficción, como por ejemplo, los cuentos. Para crear este tipo de textos vimos una larga lista de estrategias: cuentos encadenados, cuentos al revés, cuentos de las seis preguntas (¿Qué? ¿Dónde? ¿Qué ocurre?...), ensaladilla de cuentos, etc.

Texto en poesía: aunque los niños tengan la idea de que para hacer poesía las frases de esta tengan que rimar, no es así. Existen dos tendencias que surgieron hace mucho tiempo y que son totalmente distintas a lo que ellos entienden por poesía:

-          Verso libre: los versos mantienen el mismo ritmo pero no existe rima.

-          Versículos: poemas que no tienen ni ritmo ni rima

Por otro lado vimos también la letanía, que consiste en escribir muchas frases similares a una primera. El ejemplo que puso mi profesora en clase fue el siguiente:
Mi mamá es como una profesora que me enseña.
Mi mamá es como un helado de chocolate.
Mi mamá es como un oso de peluche.
Mi mamá es como el cielo azul.
Mi mamá es como una rosa en primavera.
Mi mamá me quiere. (Verso de cierre)

Pienso que todos los profesores deberíamos volcarnos para fomentar en los niños la creación literaria, pues es algo que se está perdiendo. Por lo que vi en mis prácticas, los niños no saben escribir cuentos, no saben centrarse en el argumento ni darle un sentido a la historia. El día de Halloween, la profesora de Lengua les mando escribir un cuento de terror a los alumnos de sexto. Estos al principio se mostraron bastante rezagados y sin ningún ánimo (¡con lo que me gustaba a mi cambiar la rutina de la clase cuando era niña y crear cuentos!). Finalmente, se pusieron a hacerlo y el resultado fue verdaderamente espantoso para unos niños de entre 11-12 años. Sólo con ver el nivel de la clase ya pude deducir que habían trabajo muy poco el tema de la creación literaria en toda su estancia en primaria, porque si así lo hubieran hecho, los resultados habrían sido muy diferentes.

Igual que yo me lo pasé como una enana haciendo actividades como inventarme mi propio país, haciendo letanías y demás actividades (véase la entrada El País de los Dulces y Actividades interesantes), ellos también pueden aprender disfrutando.

Recuerdo que en el colegio al que iba de niña, todos los años se hacía un concurso de literatura. En él, participaba todo el colegio y consistía en lo siguiente: todos los niños debían escribir o bien un texto en prosa o uno en poesía, meterlo en un sobre y escribir en él un seudónimo. Así, llegaría el día en que se reunirían todos los cursos y se iría diciendo el ganador de cada uno a través del seudónimo. Yo nunca gané, pero recuerdo qué me esforzaba siempre al máximo esperando que ese año se nombrara mi seudónimo. De niña me encantaba la poesía, por lo que mis textos siempre eran poemas. Me hace gracia encontrarme a veces por mi habitación poemas de cuando tenía 8 años… ¡hay que ver que malos son! Jajaja

Es raro que hace 10 años se fomentará más literatura que hoy en día. Con la cantidad de recursos que tenemos ¿por qué permitimos esto?

Si algún día soy profesora de lengua me encantaría que por lo menos un día a la semana estuviera dedicado a la creación literaria, o que por lo menos algunos de los ejercicios que les mandara estuvieran relacionados con ella. Dar libertad a los niños para que ellos pudieran crear sus propios relatos, utilizando estrategias como las que hemos visto en clase.

Además, es importante proponerles estas actividades como algo divertido, pues si no, pasará como a mis alumnos de sexto en prácticas, que se les propondrá algo y se mostrarán perezosos. Yo por mi parte, investigaré sobre más estrategias de este tipo, pues para poder enseñar a los niños cosas sobre creación literaria, primero tengo que estar puesta yo en el tema.
 

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