La reflexión de
este segundo bloque irá relacionada con los textos folclóricos, su selección y
adaptación. De modo que la empezaré
haciendo un resumen de lo que vimos en clase y de lo que he aprendido.
Hablamos en primer
lugar del FOLCLORE, y mi profesora lo definió como una tradición del pueblo que
ha ido pasando de generación en generación. Es decir, es una tradición antigua
que ha ido evolucionando con los años debido a las manifestaciones de la
cultura de un grupo.
A continuación mi
profesora nos mostró las características de los textos folclóricos, para que entendiéramos
mejor el concepto:
-
Son populares.
Nacen, se desarrollan y se transmiten a lo largo de los siglos por el
pueblo.
-
Son de transmisión oral.
Esta puede ser vertical (tiempo) como Caperucita Roja o horizontal (espacio) como Los Tres Cerditos.
-
No son infantiles, sino
familiares
-
Un texto folclórico tiene
multitud de versiones
-
También diferentes orígenes
-
No tienen autor, pues cada
persona que lo cuenta, le añade algo suyo.
-
No tienen intención moralizante.
-
Reflejan la realidad de su
época.
-
Reflejan los deseos y sueños del
pueblo.
-
Son simbólicos.
Con esa teoría asentándose
en nuestra cabeza, nos pusimos a pensar en esos cuentos que nos contaban y que contábamos
de pequeños. Cada uno de nosotros lo conocía de manera diferente y eso es debido
a que las cosas que nos había contado mi profesora eran verdad. En el folclore,
cada persona añade algo suyo y por eso existen multitud de versiones.
Es por eso por lo
que dividimos el FOLCLORE en mitos, cuento de hadas o maravillosos, cuentos de
animales, cuentos de fórmula…
“¿Cuentos de
fórmula? ¿Qué narices será eso?” pensé al principio. No era consciente de que a
pesar de no conocer el término concreto, yo había oído y contado muchos cuentos
de formula.
Pues bien, los
cuentos de fórmula son aquellos que debemos aprender de memoria para que al
contarlos, tengan un cierto sentido. En clase vimos los siguientes tipos:
-
Cuentos mínimos. Son aquellos
que se cuenta para vacilar a los niños (cuento de Maríacastaña, Juan y
Pinchame, cuentos de no acabar…)
-
Cuento acumulativos. Son de
argumento sencillo, pero el nudo son personajes que hacen lo mismo (La ratita
presumida, El gallo Quirico…)
También nos
explicaron el teatro folclórico, que se dividía en religioso y profano, y la
poesía, cuyos versos tenían como fin ser recitados.
Por último, mi
profesora nos hizo salir de dudas respecto a la diferencia entre VERSIÓN y
ADAPTACIÓN.
Las versiones
tienen cambios no intencionados, sin embargo, en la adaptación si hay una
intencionalidad concreta. Lo ideal en los cuentos es que no estén muy
adaptados.
A partir de aquí,
mi profesora nos fue hablando de conocidos autores que adaptaban cuentos folclóricos
o estaban relacionados con ellos de alguna manera:
-
Charles Perrault adaptaba
cuentos intencionadamente con fin de moralizar, y los contaba tanto a los niños
como al resto de personas de la corte. Al final del cuento, siempre había uhna
moraleja.
-
Los Hermanos Grimm crearon una
antología de textos folclóricos de Alemania para que los textos no se
perdieran, y esta antología tuvo un éxito escandaloso. De ahí su fama.
-
Andersen modificaba cuentos a su
gusto, hacía adaptaciones. Su vida se reflejaba en la historia del patito feo.
Sus cuentos son famosos por lo triste que son.
A estos los
conocía de oídas, pero más a los Hermanos Grimm. Fue muy interesante hablar
sobre cuentos que todos conocíamos desde pequeños y descubrir sus adaptadores.
Otros escritores
de los que hablamos, y a los cuales yo no conocía,, fueron Fernán Caballero y
Mme. Le Ponde de Beaumont y Armand Berquin.
Este bloque fue
bastante interesante. El segundo que más me gustó de hecho, pues fue como un
regreso a la infancia. En cada clase no podía evitar acordarme de cuentos que me
compraron mis padres cuando era pequeña, muy pequeña. Caperucita Roja, Los tres
cerditos, Hansel y Gretel… ¡como me gustaba leerlos y que me los leyeran!
(Bueno… yo más que leerlos me limitaba a ver los dibujos, pero os aseguro que
esos cuentos me apasionaban) Además, muchos de esos cuentos fueron llevados al
cine. O ¿quién no ha visto alguna vez la famosa película de Blancanieves y los
siete enanitos de Disney?
Eso me recuerda
que también aprendimos en qué consistía eso de adaptar un cuento y que pautas debíamos
seguir (por ejemplo, había que respetar el esquema, y aunque los personajes
cambiaran debían conservar el mismo roll)
En fin. ¿Qué más
puedo decir?
Ya me estoy
imaginando a mi misma enseñando refranes a los niños, contándoles viejos cuentos
y también haciendo adaptaciones de otros, pues no es lo mismo contar un cuento
a un niño de primer ciclo de primaria que a uno del tercero, enseñarles
canciones populares, insistirles en que pregunten sobre cuentos folclóricos a
sus padres o abuelos…
Está claro que hay
mucho que hacer si queremos conservar esta tradición. No debemos dejar
indiferentes a los niños, pues de ellos dependerá que los cuentos sigan
evolucionando y transformándose.
Bien. La poesía se asocia con el juego, la música y el baile. Es una reflexión superficial que no refleja todo lo trabajado.
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