Siempre
me pareció interesante esta canción de Pink Floyd. Prácticamente fue
compuesta en su totalidad por Roger Waters, el bajista, cantante y principal
compositor del grupo. La obra es autobiográfica, y en ella el artista va
haciendo flashbacks que lo transportan a cada una de las etapas de su vida.
Roger Waters tuvo una infancia difícil; perdió a su padre en
la guerra, tuvo una madre sobreprotectora y una educación en el colegio muy
rígida.
Todo eso lo llevó a aislarse emocionalmente para poder
sobrevivir, construyendo un muro emocional.
En el ámbito educativo, hay profesores mejores y profesores
peores, eso está claro y los alumnos pueden vivir con ello. Pero el hecho de
ser demasiado exigente o rígido con ellos parece una tontería, pero puede
afectarles en gran medida tanto en el presente como en el futuro, al igual que
le pasó a Roger Waters.
Durante mis prácticas, me fijé especialmente en el
comportamiento de una profesora. Cuando
llegué al colegio me pareció una persona excelente, amable y comprometida en su
trabajo. Sin embargo, pude apreciar que no caía bien a sus alumnos… Conforme
fueron pasando los días comprobé que esa profesora no sabía separar lo personal
de lo profesional, y que, en cuanto tenía un mal día, lo pagaba con algunos de
sus alumnos, y estos, en ocasiones, lo pasaban realmente mal.
Cuando seamos profesores no debemos olvidar que es
indispensable tener paciencia con los niños, y no perder nunca las formas, ya
que para eso somos nosotros los adultos que enseñan y ellos los niños que
aprenden. Además debemos tener en cuenta que esos niños a los que estamos
enseñando, son el futuro de nuestra sociedad, y aunque ahora sean inocentes y
sensibles, tal vez algún día lleguen a hacer grandes cosas, por lo que se
merecen un trato favorable por nuestra parte, ya no sólo para que no tengan
traumas en el futuro, sino porque es lo correcto.
Una entrada preciosa. Te la anoto.
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